Es increíble el ver como nos cuesta expresarnos en determinados momentos. Las palabras si no son por escrito ya no me salen. No se que contarte o de que hablar. Porque el tiempo se me ha llevado las palabras y las ha pintado sobre hojas de papel, nada más. Tampoco comprendo el por que de esos silencios tan miedosos y cobardes al cable del teléfono. No logro entender que me sucede al ser tu quien me llama y no yo. Y será que el cielo se me ha comido la lengua o que no tengo nada que decirte pero esto me está sentando muy mal. Y últimamente el colchón solo me sirve de apoyo ya que no duermo. Y cuando descanso solo vivo pesadillas sin parar. Al amanecer volveré a mirar por la ventana del comedor sentada en el sofá y pensaré que será lo que hace que el cielo varíe de colores y de forma. La luz, el viento. ¿Tan solo eso? Yo creo que hay algo más. Mira más allá y piérdete entre las nubes y podrás observar las estrellas en pleno día. Que lo importante hoy por hoy es confiar y creer. Una vez las hayas visto no hay nada que te pueda parar. Así que lánzate a la piscina y dile lo que sientes que cuando no lo tengas no se lo podrás contar...